sábado, 1 de abril de 2006

Paola Calderón

Pregunta 1: ¿Se puede hacer poesía con el agujero de la garganta que traen las malas noticias? ¿Podría ser lírico ese segundo en el que se cobra consciencia de ser, la epifanía de saberse prisionero de un cuerpo?
Notar que se puede lastimar, que por dentro sangra tanto como por fuera, que el diccionario y la lengua pueden matar.

Pregunta 2: ¿Podría yo encontrar una lengua, una forma, que revele la mía?
No creo que pueda. Hoy por lo menos.
Lo que pueda decir,
las palabras que encuentro para decir
que basta,
que esta noche dormiré unívocamente,
que de tu boca anoche salieron balas,
que the end.
Esas palabras ahora suenan demasiado a fatalidad,
a diva, a sábanas de seda y corte de venas... a forzada cursilería.



Paola Calderón (1977, Argentina)

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